En esta primera evaluación, todavía no conocía apenas nada de la realidad académica, solo sabía que las ganas que tenía por aprender eran muy grandes y que participaba en todo lo que podía.
Aún no había comenzado a crear un vínculo como el que ahora, al final de las prácticas tengo con los niños, ni había comenzado a crear mis propias fichas... etc. Por eso, algunas puntuaciones no son las más altas, ya que creo que aún me faltaban muchas cosas por hacer y aprender (igual que a día de hoy).
En la evaluación intermedia, las puntuaciones son bastante parecidas a la anterior, participaba en todo lo que pasaba en el aula, pero cuando se refiere a actitudes y sobre todo aptitudes, sé que aún hay mucho que pulir en este ámbito, porque para llegar a tener las aptitudes que tienen las profesoras con las que he compartido estas prácticas, me faltan aún muchos años de experiencia. Eso sí, las ganas de aprender y mejorar siempre han estado, están y estarán.
En la útlima autoevaluación, me he dado cuenta que he mejorado en todo con el paso del tiempo, he creado materiales, he formado parte del aula más activamente... etc. Pero sigo pensando, como he dicho anteriormente, que me sigue faltando experiencia y práctica para desarrollar unas aptitudes para la futura actividad docente.
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